jueves, 17 de julio de 2008

cuasi-divagación pre-tráfico

It was a dark and stormy night...

Cuando veo la infinita sucesión de historias, pensamientos e ideas atrapadas todas dentro de esa mezcla de vidrio y aluminio (en realidad no tengo puta idea de que están hechos) llamados automóviles que un tal Henry Ford trajo al mundo. A lo lejos, una cola me parece la mejor demostración de como tanta gente que físicamente se encuentra tan cerca, casi hacinada, en realidad se encuentra tan lejos, cada uno el solitario comandante de su isla marca Chevrolet.

Uno pensaría que tales momentos de confinamiento le permiten a los habitantes de la capital pena, largos ratos de introspección, tanto así que uno podría pensar que varios volúmenes del calibre de crítica a la razón pura pueden haber sido escritos en las incontables horas que la gente pasa en esos miradores del recurrente paisaje citadino. Pero, al parecer las cosas no son así, el tiempo que uno pasa en una cola es mejor utilizado haciendo rico a Carla Angola o al Villegas, o peor aún a el Sr. Gaaatoradee.

En verdad lo que me preocupa es el pobre Sr. Ford, este se retorcería en su tumba si se enterara que su grandiosa invención, que serviría para darle a la humanidad la capacidad de transportarse de manera mucho más rápida se había convertido en un mero asiento de meditaciones, que ocasionalmente, tiene la capacidad de moverse. El automovil se ha convertido en ese asiento de reflexiones donde la gente invierte gran parte de su tiempo, papel otrora protagonizado por el W.C. (si, la de la publicidad del limpiador de poc**** M.A.S.), bien, kudos a la humanidad, el asiento de un carro es bastante más cómodo que la tapita de plástico.

Por otro lado, cuando me imagino los estragos que está causando el producto del 2ndo ciclo más ladilla de primaria (claramente el más ladilla es el del nitrógeno) en el tránsito caraqueño, recuerdo lo que me dijeron en una clase de historia, en Roma, había excesivo tráfico, pero en vez de carros de literas, o de carretas, o de quien sabe que carajo, en fin la situación era parecida a la de hoy en día, y lo único que pasaba por el medio de la ciudad y la atravesaba era la llamada cloaca máxima, (en latín debía ser algo así como: cloacus maximus meridius) y la gente cuando necesitaba ir de un lado a otro rápido se tenía que lanzar en chalupa por la cloaca. Yo propongo hacer lo mismo con el guaire, poner canoas y que la gente se lance por ahí, hasta sería bueno para las ambulancias, estoy seguro de que se moriría menos gente en el camino (en verdad debe ser bien jodido que te de un infarto en caracas a las 6 de la tarde y que tengas el hospital lejos).

A todas estas, la cola sigue y sigue, y yo me siento acá mientras mi subconsciente me regaña pero mi rodilla me lo agradece, en fin, si es para perder tiempo sentado en una silla, la de la computadora es más cómoda...

3 comentarios:

Miss Alice dijo...

Demasiado bueno este post!

Toto dijo...

Por favor I want to ride in your car. Pero tiene que ser en una cola un viernes 15, a las seis de la tarde, lluvioso y con tres protestas alrededor de la ciudad. Piensas tantas guevonadas y dices tantos fun facts que a veces me cago y pienso que soy yo el que escribí esto!! Mañana mismo llamo a Alejandro Cañizalez para que de falsos testimonios y te tranques en una mega cola. We need more of your automobile inspirations!!

"You can paint it any color, so long as it's black"
- Henry Ford
(en referencia a que los customers estaban pidiendo carros en otros colores).

Igor Zurimendi dijo...

Fino el post... El inevitable fact check: cloaca maxima es latin del mas puro.
http://en.wikipedia.org/wiki/Cloaca_Maxima